No hay valor moral mas significante que la lealtad, principio de vida y respeto que señala con premura el camino claro que el hombre debe seguir para no perder la honorabilidad y la paz en el alma. Ofrece a sus practicantes el sentido largo e inspirador de disfrutar la existencia con alegría y ecuanimidad.
Bien decía los reyes y generales, mas vale un soldado leal, que mil pagados. Esta verdad es innegable, en ella se juegan pensamientos y sentimientos que manan en una sola dirección y esparce una sinergia que el más egoísta termina en respetar. La lealtad no son palabras en papel, es una forma de vida que proporciona alegría, poco estrés y permite disfrutar de lo mucho o poco, con profunda satisfacción.
No hay progreso, ni cambio, sino existe la lealtad en quienes la construyen, la legitimidad de un gobierno se basa en la lealtad de los ciudadanos a este. El éxito en los planes requieren de una lealtad común para que marche hacia la superación; sin este ingrediente son palabras huecas que no llevan a nada y a nadie. Somos parte de un pegamento social que fluye y confluye si esta realmente “aparmesado”de estos valores que nos proporcionan la identidad de los que somos.
La confusión de este principio, trae nefastas consecuencias a nuestras vidas, la claridad con la que manejemos nos suministrara de la fuerza para vivir con satisfacción y valor. La trascendencia de un hombre primordialmente tiene cobijo bajo este factor; el oportunismo, lo “que conviene” o el gusto viseral cuestiona la lealtad y muchas veces fallece por momentos de duda en la decisión. He allí que la formación de este valor deberá siempre ser acompañada por la practica constante de esta virtud.
La lealtad no nos detiene, al contrario nos provee de una libertad que destila un sin fin de valores que filtran los mas profundos sentimientos, nos aporta una lógica racional a nuestro ser y permite que lo mejor de la esencia del hombre aflore con la valentía de un guerrero y la fuerza de un búfalo en celo. Es real, flexible en cuanto a su forma y firme en su actuar, es una corriente con vida propia que inspira al hombre como faro en el mar.
Por otro lado, establece el territorio de un hombre, le permite como raza humana dirigirse y darle concreción al existir. El trabajo en equipo se basa en ello, la batalla a ganar se logra con la presencia de esta probidad, y las mas grandes satisfacciones se logran al caminar el sendero de la lealtad. Cuando esta presente la honestidad, los obstáculos se convierten en oportunidades para vencer; en otras situaciones, nos permite demostramos de lo que realmente somos capaces por creer en los valores que nos movilizan y nos guían hacia los proyectos más hermosos.
La democracia, la libertad, el éxito y el triunfo están acuñados en este valor moral. Los ciudadanos de un pueblo no lograran encontrar el camino sin que la lealtad adorne los patrios de los corazones y las mentes de los ciudadanos. La movilización social responderá siempre a la seguridad de lo que creemos, pero esta, siempre tendrá su sustento en la lealtad. Camino de valientes es andar con ella de compañera, convivir en nuestra intimidad no hace crecer como padres, amigos y en general como habitantes del mundo.
La lealtad es un principio Psicodinamico, nos provee de la unión que permite ser lo que somos, esposos, amantes, luchadores y soñadores de una Venezuela socialmente dirigida hacia el bien común, proveyéndonos de posibilidades, a donde cada persona obtenga su espacio en base a los esfuerzos que a bien le quiera otorgar a sus vidas.
El Estado Venezolano, esta en la obligación de estimular la lealtad como principio de vida, fomentar el espíritu de esta, en las bases y creencias de la libertad y la democracia es una obligación. Lograr concebir modelos donde la lealtad a su patria libere los derechos y deberes de convivencia, harán que nuestras regiones crezcan con energía y respeto de si misma, provocaran ciudadanos respetuosos de si mismos y pueblos que encuentren su desarrollo en sus mas profundas convicciones.
Finalmente, lograr el Sueño Bolivariano sin estos valores hace de esta empresa imposible de realizar, El fascismo, el nazismo y el castrismo lo han pretendido hacer por años, logrando nada más el irrespeto a la vida de los pueblos y a los Derechos Humanos de los ciudadanos. La lealtad a la vida de la gente es la primera prioridad de un gobierno, cuando no lo logra, ya ha fracasado. Es por ello que auguramos una patria de gente leal a la existencia y para ello hay que luchar apegados a los valores de vida.
joseponschene@hotmail.com
Publicado por el Regional del Zulia.
Venezuela 03 de Noviembre de 2.004
por: JOSE ERNESTO PONS B.