El blog de jose ernensto pons b

Las estrategias a nombre del “soberano” para impulsar sus niveles de participación, puede interpretarse de formas diferentes. Una, como el deseo que las trabas administrativas y políticas del poder local, sean superadas de forma tal, que se logre agilizar las mejoras de la calidad de vida de los diferentes sectores.

La segunda, es fácilmente deducible, cuando se habla de un proceso que busca de una u otra forma, desdibujar procesos tan importantes como  la descentralización e institucionalidad controlada por leyes y procesos que les permiten a los ciudadanos tomar su propio rumbo de forma clara y transparente. De forma tal, que el pasado centralizador del estado Venezolano  lograba mostrar en sus formas el máximo nivel de inoperancia.

Por otro lado, la  práctica democrática de decidir de forma libre, quienes nos gobernaran y administrarán las mejoras necesarias en nuestros municipios, es un principio sagrado, que guardamos con celos los que creemos en el proceso de vivir en democracia. El liderazgo social y político de nuestras sociedades, nunca podrán ser sustituidas por una directriz centralizada.

Ejercer directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades y aspiraciones de las comunidades, con justicia y equidad. Son tradicionalmente prácticas de la gestión local; diseñada para esto. Logrando en estos procesos, el éxito continuo del mejoramiento del estándar de vida, si anarquía y discrecionalidad, controlada y supervisada de los dineros públicos.

Esta situación ante la nueva iniciativa del ejecutivo nacional, de crear e impulsar los concejos comunales, llama la atención, en cuanto al ejercicio del poder local por parte de los alcaldes. La experiencia nos ha indicado, que la equidad y el sentido de justicia en la distribución de este poder han sido en algunos casos, dirigida de forma, personal, nepotica, parcelada y viciada. Esto ha obligado a buscar otros caminos.

Si se busca con minuciosidad en las prácticas personales de estos burgomaestres, pudiésemos encontrar viajes, inversiones y adquisiciones, que antes no se observaban en la mayoría de estos alcaldes. Permitir el manejo político partidista, con alevosía y discrecionalidad absoluta, divorcia su rol también con el resto de los ciudadanos que no lo apoyaron en un momento dado.

Lo que es bueno para la pava, lo es también para el pavo, este dicho popular genera ante esta situación, que los cambios de dirección también serán compartidos por los diferentes  sectores políticos que aspiran a ocupar estos nuevos espacios de participación o del manejo de recursos económicos, es en esto, que ocupara la atención de los municipios, ante el atropellador paso de la revolución de Chávez en este siglo XXI.  

Los alcaldes venezolanos, ante esta nueva situación y en bien de la democracia venezolana, tendrán que realizar una profunda revisión moral y política de su gestión, la cual de una u otra forma ha sido consecuencia de su manejo personal. Será que la génesis de esta opción, habrá nacido del sentir ciudadano ante las formas tradicionales de manejar el poder local.

Finalmente, la anarquía, el desmontaje institucional, los cambios predeterminados de estrategias que buscan realmente la implantación de políticas adversas a la libertad, consiguen en  estos consejos comunales, el terreno fértil de iniciar en el país, situaciones que impulsaran cambios que representaran en la historia de Venezuela el regreso de las luchas por el federalismo.

Realizado por: JOSE ERNESTO PONS BRIÑEZ
VENEZUELA, 12 DE FEBRERO DE 2.007