Ciertamente, lo que está en juego el próximo 7-O es lo planteado y necesario para la Venezuela del mundo real y cierto de nuestro siglo XXI. De lo que se trata es de revertir el largo camino hacia el "socialismo del modelo Castro-Chavista ", incubado a partir del 4F, y retornar al Estado social y de Derecho, con respeto a los valores del hombre, la familias y las comunidades que no logran ni entender la triste espera de su mejoramiento existencial; incluido tambien, el libre mercado, la propiedad privada de los medios de producción y el libre ejercicio de los derechos ciudadanos y políticos, de manera plena y total, sin complejos ni ataduras con el pasado.
El régimen venezolano actual, está a medio camino entre el fascismo y el comunismo cubano, modelo que representa una legalización del reinado de los Castro, acá de los Chávez Frías. El fascismo, puede convivir con las formas capitalistas de propiedad privada dentro del marco de un Estado corporativo y hasta con ingredientes socialistas, pero excluye el comunismo; con el comunismo, desaparece la propiedad privada de los medios de producción y se colectiviza la producción. Ambos son autoritarios, no democráticos y rechazan la alternabilidad en el poder.
En gran medida el "chavismo" ha podido prosperar porque ha sido el producto de nuestros grandes errores acumulados por décadas pero también, por emerger dentro del contexto de una crisis global generalizada y universal de la cual, ni ellos mismos pueden escapar y en donde sus propias contradicciones los han conducido al más rotundo fracaso.
Lo que nos preocupa es que nuestras élites intelectuales, económicas y políticas terminen adoptando posiciones "ultrosas", y no se sepan ubicar dentro de esta nueva realidad nacional. Volver al pasado es ya imposible y ni siquiera vale la pena intentarlo; pero, tampoco parece haber claridad mucha claridad en cuanto a lo que queremos y como alcanzarlo, sin que se produzcan fuertes desequilibrios en el ámbito social y económico, con las graves consecuencias que ello implicaría.
Una cosa es cierta, vamos a tener que convivir por un tiempo indeterminado con el "populismo", mientras se consolide el nuevo gobierno y logremos descubrir las fórmulas para ser de nuevo un país normal, dentro de lo que cabe. Nos vienen tiempos de mucha incertidumbre e inestabilidad. Ganar las elecciones será apenas un pequeño paso y los peligros y acechanzas, serán muchas.