El blog de jose ernensto pons b

CARTA DE UN PUEBLO: LA ESCORIA SOCIAL.

Como detesto malgastar mis valiosos días, teniendo que decir estas cosas, las cuales serian para mi más fácil dejarlas correr y no importunarlos con mis comentarios ante tanta visceralidad carente de racionalidad y vergüenza. La Ignorancia es la madre de tanta estupidez, y esta constante en Venezuela, hoy por hoy esta mas presente.

Las palabras del insensato, van careciendo de valor porque no tienen vibra, han dejado de sentirse. Por sus formas sus corazones ya huelen a podredumbre y son incapaces de amar a nadie por encima de ustedes mismos, el espíritu que los transportó y los volvió algo, nunca existió. Pienso y siento que estáis rancios y rojos de asfixia generada de sus propias concupiscencias ^(1).

Imponéis con ligereza y apegados al poder de la intimidación; a nuestro mismo pueblo como tal cual miserables que se arrastran por el fango de vuestro existir. Qué aversión irradian, del más humilde al más poderoso de los ciudadanos nos dais realmente. Son el producto de un sistema caduco como de una equivocación histórica, que no funciona y en el que vuestros miedos y mediocridad nos agota, vuestra falta de objetivos y vuestra inercia a la estupidez alteran a toda una nación.

En cuanto a su misión patética en esta vida ha sido convertir a los que no son como ustedes en escoria y destruir sus vidas, riéndote de tu imaginaria superioridad pasas los dias. Pobres necios que todavía no han comprendido que nadie es superior a nadie y que el único distintivo entre los seres humanos es la capacidad de raciocinio: la inteligencia. (La cual no debe confundirse con tu astucia)

Ningún atributo les queda aparentemente, porque sus pasiones y angustias reales no te permiten ver más allá de vuestro tabique nasal desgastado de tanto evadirse de vosotros mismos, porque ni siquiera hoy, vosotros mismos ya se soportan unos con otros en el “Olimpo” del poder, en el seno de esa pequeña jungla que hasta color de muerte le ofrecieron.

Deberían apresuradamente, incluso, deberíais inmolaros en favor a construir un nuevo País sin ustedes. Donde la melancolía, la ineficiencia, la falta de sinceridad política no les permite aceptar lo que los ciudadanos ya han determinado de  sus acciones, que son burdas imitaciones de un espíritu maligno que termino, de solo pensarse en Venezuela muchos años atrás.  

Su oportunidad, (circunstancial, gracias a Dios por ello) ha demostrado que no aportáis nada, por lo cual, no sois nada. Entráis cada día en un tirabuzón infinito de nada y lo peor de todo,  del que ya no podéis salir. Sois peor que la nada, sois la nada sobre la nada. Cuya Legitimidad como poderoso, tenéis que comprarla a los aduladores internacionales beneficiados de tu ignorancia y astucia.

Que les queda, malgastar los dineros públicos en un circo cuya drama no hace bien a nadie. Crear más confusión en cuanto a las heridas profundas realizadas con incordioso aguijón lleno de odios y frustraciones de vuestro existir. Seguir alterando la armonía social cuyo eje ha sido y debe ser la educación y el trabajo como elemento de movilidad social y cuyos valores son los que la humanidad ha cosechado exitosamente en el transcurrir del tiempo.

Han convertido a la Nación en un drama barato cuyas expresiones demuestran las debilidades del pasado y cuya raíz ha sido la coexistencia social necesaria para construir un país. Trece años son demasiado, son extremadamente infinitos en esencia. Realmente el peso de la maldad que llevan en sus almas han logrado mella en la consciencia social, por lo cual pedimos, no, exigimos que partan para no volver, a riesgo que lo que venga no pueda ser peor de lo que se fue!.

1.         En la teología cristiana, se llama concupiscencia (del latín concupiscentĭa, de cupere, desear, reforzado con el prefijo con) a la propensión natural de los seres humanos a obrar el mal, como consecuencia del pecado original.