El blog de jose ernensto pons b

Ha sido una esperada respuesta del pueblo venezolano la ofrecida ante la llegada de CAP; la callada obra de reconstrucción y relanzamiento que vienen dándose en nuestra organización política. Su discurso, cambiado en grandes aspectos logra hacerse entender que realmente Acción Democrática está en la calle, con el sentido de la pertinencia y el amor a Venezuela cada vez más presente.

Sin discursos patrioteros y repetidas e irracionales expresiones de rencor, odio y frustración, se mostró el rostro de AD, a diferencias de los filos de las armas que lo intentaron derrocar años atrás con saldo de muertos y heridos que no se pagaron.  Se mostró un estilo gubernamental consonó en los tiempos, desde Juan Bimba hasta las hoy muy desarrolladas clases media, fruto de gobiernos que centraron sus esfuerzos en la Venezuela libre y para los venezolanos, denotan realmente demasiados aciertos y pocos infortunios.

El espíritu Adeista que hoy converge en la renovada actividad política, vislumbra que su afán de lucha no ha sido vencido; todo lo contrario, en vigor con el ímpetu de la juventud y la madures de la vida política conjugándose en el afán de ser lo que siempre hemos sido, el Partido Político del Pueblo Venezolano, del que aseguran que con él, se vive mejor y AD se crece en oposición más que en gobierno.

Por otro lado, la decisión de ir a unas presidenciales sin candidato propio y con el afán que exigen los momentos de una unidad compacta, hacen que estas providencias no se hagan fáciles a nuestra organización. Por un lado, Antonio Ledezma que si bien es lo más cercano a nuestros perfiles y nuestro actuar, no termina de cuajar la unidad tan pregonada por él.

Por el otro, Pablo Pérez Álvarez, que proviene de una división de AD en el Zulia, con graves consecuencias y conocedores del manejo del Partido. Lograron mellar con el clientelismo y el espíritu “antiadeco” de las bases de la organización e imponiendo una sistemática destrucción de las simientes adeistas que hacia sus adentro se afanan en minimizarlos a los niveles extremos; como así el resto partidos que llaman convencionalmente “aliados”.

Los adversarios en estos “Nuevos Tiempos”, solapados por el compromiso de salir del régimen, del cual bien se han servido electoralmente. Buscan presurosos apoyos a la tolda Blanca. La cual está dispuesto y más comprometida hoy, a poner orden en la democracia venezolana. AD con su presencia si logra imponer la raya entre lo que no deseamos los ciudadanos y lo que si anhelamos.

En contraposición de lo que ofrece AD, en base a lo impuesto por el compañero Raúl Leoni, cuando afirmó en su tiempo “Tenemos el compromiso con Venezuela de constituir gobiernos flexibles y de amplia base doctrinaria, sin partidismos ni sectarismos políticos”.  La gente de la “democracia social”, se comporta todo lo contrario. Dando la connotación de perecerse pero con el infundio del sectarismo como guía.

Finalmente, el Adeismo es una forma, una cultura histórica con pertinencia cada vez más. Por lo cual las decisiones que toma a bien de la unidad nacional, logra que esta, no impulse lo que desde el Zulia se ha vivido. Una mezcla extraña donde la unidad se construye solo para un único sector, mientras que a los demás factores se les irrespeta en su derecho a opinar y actuar. En resumen: LA UNIDAD NO SE PREGONA, SE PRATICA.

@joseponsb

Director de FUNRALE.