MAÑANA EL GRAN DIA. Los cierres de campañas, las promesas y los planes de ambos candidatos, los programas de gobierno y las realidades hoy por hoy determinaran las acciones de los ciudadanos en nuestras urnas electorales. El día “D”, se presenta a diferencia de años pasados con factores de gran influjo social y se estiman participaciones masivas que darán un golpe fuerte a la abstención. Se hace interesante lo que ocurre en estas elecciones sacudirá las cimentes de la Venezuela post siete de octubre ya que se percibe que las formas deberán cambiar para el vencedor. La inclusión en las políticas públicas, el respeto a los compromisos y el mejoramiento de los estándares de los venezolanos se consolidan. Los partidos políticos, deberán renovarse, lograra su roles reales en estos tiempos de globalización y aspectos como la inseguridad, el desempleo, el hambre, la corrupción entre otros, son temas de ponerlos en las prioridades en la Nación. Hemos recorrido un largo camino, logrado como pueblo entender los errores y los aciertos, deciden los sentimientos y la consiente decisión de un voto razonado. La Venezuela joven, patria de todos esta a las puertas nuevamente de consolidar la democracia en este acto electoral. Votar es una responsabilidad que no ha de tomarse a la ligera, es nuestro aporte para consolidar la sociedad dentro de un futuro estimado en seis años, en los cuales deberán sembrarse para todos los venezolanos un lugar donde quepamos todos, un espacio de éxitos y donde el ciudadano, la familia y las comunidades logren objetivos mensurables. Esto es para nosotros los demócratas el día de mañana, por lo cual, a votar con alegría, mantenerse custodio al proceso y esperar como respetar el resultado electoral.
LOS VIENTOS QUE SOPLAN, LUEGO DEL 8 DE OCTUBRE. Las realidades se sopesaran luego de conocer las realidades electorales, sea de un lado o del otro, la sociedad, los partidos políticos, la dirigencia y estamentos serán centro de las evaluaciones de los estudiosos, de la gente y de los hechos que se percibirán como consecuencias en el proceder electoral del día 7 de octubre. Los gobernadores y legisladores entraran en la contienda para asegurar sus espacios conquistados de formas diferentes, muchos de ellos por el dedo de los intereses partidistas y no por voluntad y liderazgos obtenidos. Pero eso será un tema a retomar en próximas ediciones. Ahora la gobernación los Cóndores, serán el centro de atención del proceso electoral y el fetiche de la unidad menguado por objetivos cumplidos, vendrá de forma irreversible a pasar las facturas por un gobierno escaso en inclusión, poco participativo y cuyas políticas públicas vienen manejadas en base al beneficio económico de un club. Por otro lado, un candidato enrarecido por su revés y cuyo peso más importante es la falta de acompañamiento por las bases de quien representa. Tiempos de fuerte vientos ciertamente, pero el beneficiado serán aquellas organizaciones que decididas a no ser más objetos de burlas y engaños ya están preparando sus candidatos y sus iniciativas para ver otros colores que no sean la corrupción, la de un club de amigos o productos de una suerte de desdichada decisión, al mismísimo estilo de Manuel Rosales. Ya ni con musiquita, ni gaitas, ni por pretender llevar al Hall de las estrellas (Panteón Regional) a cuantos autores y músicos zulianos hallan; en estos 16 años las riquezas personales del “ Club” están estimadas en millones de dólares por doquier en América Latina.
AMANECERA Y VEREMOS. El país cansado de lo mismo, tiende a sentir que la gente busca sus propios destinos, la alternabilidad a todos los niveles, la inclusión, el respeto a los ciudadanos y sus iniciativas, pasan ahora a un nivel de mucha importancia, Venezuela es otra, despertó y reacciona.