El Estado es uno de los pocos seres institucionales que sobreviven sin una evolución importante en su estructura y funcionamiento, con excepción de su crecimiento. El Estado moderno fue creado con la revolución industrial, pero el mundo y la dinámica de la sociedad ha cambiado mucho desde del siglo XIX al siglo XXI. Por ejemplo, mientras las empresas modernas, que fueron creadas durante la revolución industrial, cambian ágilmente su dinámica cada vez que el mercado lo demanda, los Estados no cambian sus leyes de la misma forma como la sociedad lo exige.
El enfoque crítico difiere además entre el institucionalismo y el clasismo como factor determinante de la naturaleza del Estado. Algunas concepciones como el anarquismo consideran conveniente la total desaparición de los Estados, en favor del ejercicio soberano de la libertad individual a través de asociaciones y organizaciones libres. Otras concepciones aceptan la existencia del Estado, con mayor o menor autoridad o potestad, pero difieren en cuanto cual debiera ser su forma de organización y el alcance de sus facultades.
Los países y sus Estados, vienen desde hace años, pudiésemos ubicarnos en los principios de los ´70, según lo señala López (2.009), con tres factores como lo fueron el bloqueo petrolero occidental, la internalización del Capital y no menos importante la caída del bloque socialista.
La crisis de los modelos de crecimiento y acumulación, traen consigo, un desequilibrio político y económico para muchos países, conllevando miseria, pobreza y hambre para muchos. El estado de bienestar flaqueó y la ruptura inminente de las condiciones que permitían el arbitraje de los conflictos en el plano social sucumbe ante la crisis.
En este sentido, tales males proporcionaron la evidente crisis de las instituciones políticas y del desplome de los dirigentes políticos, causando a su vez una crisis de identidad, ya que los valores comunes se desvanecen y las naciones tienden a disgregarse al no encontrar asideros suficientemente creíbles y fuertes. Siendo consecuencias y no la causa el protagonismo político, al ser estos consecuencias de las formas preponderantes del Estado.
Por otra parte, la problemática ante estos tiempos se han globalizado y ya las estructura tales como la conocemos han perdido la posibilidad o modo de alcanzarlos. El Cambio Climático, la destrucción de la capa de Ozono, la contaminación, la propagación del terrorismo, el SIDA y las plagas mundiales, la corrupción de los gobernantes ante Estados sin valores y visión integral, donde la soberanía se ha hecho hueca, entre otras causas muestran la crisis del Estado tal como lo conocemos.
Es por ello, que el cambio de estas formas de Estado, son el eje central de esta disertación. La necesidad de entender que la sociedad se niega ante las instancias se reflejadas en su exactitud, en lo ya mencionado. Decir lo contrario en realmente terminar de negar la existencia de un mundo real, fuera de los centros de la intelectualidad política que se aferra sin duda alguna a conceptos o definiciones clásicas de la política.
Ya que las realidades como la resistencia de los Estado-Nación –sus gobernantes- impulsados más por sus intereses mezquinos, hoy en día se determinan y se actúa en términos globales. Dejan atrás los espacios propiamente dichos como base de acción. Obligando así a los ciudadanos a incorporarse a través de una desterritorialización, interviniendo en los procesos globales a consecuencia de estar integrados por ciudadanos que pertenecen a diversas nacionalidades y lugares distantes.
El éxito de los modelos sociales de estado, caso europeo, no refleja que es el camino perfecto pero las expectativas sociales han logrado canalizar muchas de sus necesidades. Con todos los problemas que este modelo ofrece, en cuanto al debilitamiento de las identidades que cada Estado posee, la conciencia de nacional versus la política de estado entre otras que señala Alain Touraine en sus escritos evidencia que todavía seguimos en la búsqueda de ese viraje.
Las ciencias de la conducta, ofrece alternativas en cuanto a estos cuestionamientos y requerimientos. Particularmente la psicología como ciencia, en su desarrollo nos logra orientar dentro del marco de la causa y el efecto, los aspectos que suceden en esta relación y como la presencia de formas reforzantes nos permiten ofrecer respuestas oportunas, razonables y aceptadas en el mundo de los pensamientos, afectos y conductas de aceptación de los individuos.
Las formas de aceptación social, viene dada por la capacidad de un estado de ofrecerle a estas sociedades las oportunidades y posibilidades que dentro de su vida personal, familiar y social les sean satisfechas sus expectativas de vida, las cuales se transforman en el devenir de la vida; reconociendo que fundamentalmente arraigadas en la teoría del placer de Sigmund Freud, que parte de elementales componentes y sofisticados por la intelectualidad del ciudadano en su momento histórico.
Términos como la sensibilización y facilitación, vienen hoy por hoy, satisfaciendo desde el más humilde consultorio clínico, como la reconversión de un mundo de organizaciones exitosas para la fecha presente, sencillamente por asumir retos, de los cuales creyeron y asumiendo los cambios y paradigmas necesarios encontraron en las formas, nuevos caminos de transformación y crecimiento.
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ELABORADO POR:
JOSE ERNESTO PONS B
VENEZUELA, ESTADO ZULIA.
11 DE MARZO DE 2011
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