Hay situaciones, experiencias, hechos que se te dan sea por casualidad o inesperadamente, y golpean tu vida. Lo cotidiano se te convierte en una pesada carga difícil de soportar; pensamientos desesperanzadores, provocando nostalgias y una mescla de sinsabores que dan como resultados el que no logras disfrutar de las circunstancias, personas y espacios son parte bonita de tu vida personal y familiar y de las cuales te hacen sentir feliz o satisfecho.
Mocionaba el Pastor protestante, W. Arana (2020) que la traición nunca provenía de un desconocido y menos de un enemigo, por su naturaleza es como razonable tal planteamiento. Pero acá lo importante es el resultado a nivel emocional de tales acciones. Lo que genera esto a nivel íntimo, muy adentro de nosotros y pudiésemos afirmar en el caso mencionado que es razonable y justificado. Pero, que de todos esos elementos de la vida que nos van causando decepciones y estados de insatisfacción diaria de los cuales sin entender aunque a sabiendas de nuestro amor hacia las personas, lo padecemos y nos hace la vida insoportable.
Sobre estos momeros íntimos de cada quien, sean con los hijos, la pareja, los amigos y familiares que comparten nuestra existencia diaria y nos llevan en nuestras vidas diaria en unos subí bajas emocionales qué poco a poco no logramos dejarlos a un lado, cargando nuestros días de desánimos y desalientos. Tal panorama poco alentador hace que reflexionemos y tomemos las riendas de nuestras vidas con actos y decisiones que reafirmen nuestro derecho a vivir en una felicidad perfectible y esperanzadora, es en ese momento que debemos acudir a nuestro psicólogo familiar que seguramente compartirá las herramientas que necesitas para llegar a buen puerto.
Esta situación usualmente debemos analizarla básicamente desde dos perspectivas, para no ampliar el presente, la “de ellos” y la “nuestra” (Personal e íntima)”. Nuestros amigos, familiares, y entorno personal en que nos desenvolvemos con nuestras expectativas, emociones, amores y constantes alegrías. La complejidad de elementos de “ellos” que pudiésemos mencionar podría ofrecernos unos escenarios que nos harían pensar profundamente. El nivel intelectual, la naturaleza y esquemas aprendidos, sus traumas, la falta de confianza en ellos mismos, lo básico como la cortesía, la delicadeza en el manejo de las relaciones, la lealtad, y pare de contar. ¡Que complejo realmente!
Es allí, donde el sentido de las cosas no nos permite entender y culpar a los demás por tales vicisitudes se nos hace más fácil. Realmente no tenemos el control del mundo exterior, por muy personal que se nos hace. La vida cambia cuando nos damos cuenta de que la decepción proviene de las expectativas nuestras que ponemos en los demás. Cada persona es lo que es y recogerá en la vida lo mucho o poco que logre sembrar. Cada uno ofrece lo que tiene o puede ofrecer. Es realmente, que el camino espiritual, hacia lo bueno, lo permanente y lo divino, deja su huella en nuestras vidas. Dios seguramente no nos fallara. Pensamos que es la vía.
Dr. José Ernesto Pons B /@joseponsb/ “Amaras a tu Dios sobre todas las cosas…Biblia”