La tarjeta de la Unidad es, para todos quienes la adhieren, el aporte más importante en la continuidad democrática del país, como también, muestra de la palabra empeñada en meses atrás que se selló el 12 de febrero pasado, AD afirma con clara voz, “Tenemos el compromiso con Venezuela de constituir gobiernos flexibles y de amplia base doctrinaria, sin partidismos ni sectarismos políticos”.
La sociedad civil ha venido quemando etapas para consolidar la construcción de un gran pacto nacional que a través de arduas negociaciones, pactos, consultas y acuerdos y que culminó en su momento con la consolidación de lo que hoy conocemos como la MUD. Un verdadero ejercicio de democracia real, construida con mucho esfuerzo, respaldando esto con el voto en la Tarjeta UNICA.
Cuando se acrecientan las diferencias entre ricos del régimen y pobres, cuando los dirigentes se convierten en caudillos y encarcelan el poder popular; en fin, “No se puede hablar de socialismo en momentos en que el modelo económico que se desarrolla es un capitalismo de estado con características globalizantes”. Abre la esperanza la Unidad venezolana, contra el continuismo oficialista con esta “tarjeta de la unidad democrática”.
Esa pantomima ideológica del socialismo-fascista bolivariano no es más que una mescolanza perversa de un culto a la personalidad al líder del proceso con una intolerancia a la disidencia, de un populismo execrable con un criminal apartheid político, de un militarismo nauseabundo con un régimen de terror; a lo cual reacciona la ciudadanía con una sola bandera, un solo camino.
Por un presente que es pasado, por una promesa de 14 años incumplidas con el sello de la corrupción y la traición al soberano en sus más básicas necesidades y a la Constitución. Un pasado que logró alcanzar un presente con la entrega a Cuba y China de nuestra soberanía, entre otras naciones. Es la tarjeta Única, el caminos de sumar todos nuestros sentimientos hacia la Patria bonita de Bolívar que deseamos en Progreso.
El presidente Chávez, en su doble discurso posee una clara intención, por un lado cuestiona y grita a todo “trapo” que es antiimperialista, pero por otro lado su gobierno es neoliberal y globalizador y se encuentra de rodillas frente al capital trasnacional independientemente que lo niegue. Haciéndonos vivir un neoliberalismo salvaje con exagerada desfachatez. Es por ello que la tarjeta de la unidad, representa no solo que hay un camino, sino, que es la salida.
En resumen, ¿por qué la tarjeta única? Refuerza el mensaje y compromiso de unidad. Resta posibilidad de aspereza entre los partidos de la oposición, dando así el compromiso popular como prioritario. Elimina la posibilidad de equivocaciones o dudas a los electores sobre cual tarjeta votar. Da mayor certeza al ciudadano que la mezquindad, ni partidismos y sectarismos que hoy por hoy, además que son rechazados, están lejos del sentir ciudadano.
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