El blog de jose ernensto pons b

Luego de un sueño profundo, víctima del cansancio del día sin fin que tuve, me desperté en el entorno de nuevos amores y de nuevas caras. Resalto con alegría que de esas caras, una especial me llamo la atención, parecidas al pasado, ninguna. Aunque reconozco que tan bella como la del recuerdo. Esta nueva, destilaba miel y bellos colores en una sonrisa linda típica de la adolescencia, clara y colmada de deseos y afanes típicos de su edad, pero con entereza de saber luchar por la vida.

Entre despertarme y hacer el cafecito mañanero, las arepitas de la alborada; se sentían en las paredes que ayer se adornaban de tristeza, hoy, un brillo de seda que jamás me imagine. La magia divina en los regalos de Dios, tomaba cuerpo entré paredes y emociones de esta nueva vida que solo El, sabía dar. En estos aires matutinos esperando el arribo de esas caras nuevas que además adornan, la que ya, se hace sentir como dueña de la claridad y la ternura del nuevo hogar. Van dándole las nuevas pinceladas al devenir de lo sobrenatural, adornando con detalles los rostros que nos acompañan en la recta de una corrida que llamamos vida.

Es meritorio darle nombre y apellidos a esas nuevas experiencias y afinidades que solo Dios, nos proporcionan. El temor al hacerlo, es caer en la posibilidad de cerrar las puertas a los que logren entrar en los corazones de quienes ahora gobiernan nuestras vidas y corazones. Es de fundamental importancia que quienes estamos en esta dinámica terrenal, logremos entender que quienes están y no en el momento, llevan el derecho de la magia divina que los hace parte de esta familia, que nos une al mismo estilo de la Biblia, la que afirma, que “amigo es más que un hermano”.

Siempre me permito mencionar en estos temas a nuestra familia consanguínea, la cual, en nuestro caso ha sido y es, espectacular, lo que me permite afirmar desde mi corazón que este escrito no es culpable alguno de  juicios de valor entré las dos familias. Sino, de resaltar que los valores agregados a nuestras vidas son tan brillantes como la luz de nuestro sol al amanecer, la que revitaliza tal cual vitamina desde afuera hasta llegar a nuestro ser. Es por ello, que ambas son necesarias para saciarnos de los favores y las misericordias del Padre Celestial, hasta el punto de rescatarnos y lograr rejuvenecernos como el Águila.

Hemos de ver la vida, Un día a la vez, Movido por tu firme Belleza, Enaltecida y Robustecida por Tantas de tus grandes Oportunidades que la vida nos ofrecerá. La calidad y las bendiciones, que ya estamos recibiendo de esta, la familia de Dios para la vida. Sellara en nosotros y en cada hombre de verdad unos amigos que nos rodean y seguramente serán más que un hermano en la realidad. Sin pensar en el azar o la suerte, seguiremos las reglas de la vieja escuela, seguros que estos valores que se comparten nos permitirán funcionar como los maravillosos seres humanos que somos.

Dr. José Ernesto Pons B/@joseponsb/dedicado a uno de los valores más importantes, el Amor y a Humberto Enrique, que brilla con luz propia.